Otra noche se ha desbordado el mar por mis mejillas y tu no estas.
Otra noche mas que no lo entiendo, y culpo
al cambio climático
que sufren mis arterias.
Otra vez que siento que no estoy
y me evaporo.
Y me estoy evaporando lejos
esta noche.
Porque es algo complicado de explicar, no tiene nombre
no tiene forma, ni color, ni olor, ni timbre.
No tiene voz, ni grita por las noches
simplemente está, y al estar
duele.
Duele mas que cien heridas rotas,
cien alas cortadas, alfileres
uno por uno clavados en tus dedos
dejándote tan sordo
como el tiempo.
Sordo de suavidad bajo la ropa
y sordo de asperezas, cicatrices
marcas, arañazos, cortes, daños
daños que provocan
los abrazos.